Cuando hablamos de “calidad de vida”, ¿a qué nos referimos realmente? ¿Cómo
se mide? ¿Existe algún parámetro específico para describirla del 1 al 10? Hasta
la fecha no se ha hecho ningún test o escala que pueda darnos estas respuestas.
La razón es porque hay muchos factores que pueden influir en la calidad de vida
y todos, y cada uno de ellos, son factores puramente subjetivos.
Visualicemos a una persona de clase socio-económica alta, con una
camioneta Audi, viviendo en el Club de Golf Santa Anita (Guadalajara, Jal.). Su
calidad de vida podría ser muy alta, es decir, sus necesidades básicas estarían
perfectamente cubiertas, tendría lujos, viajaría, tendría pasatiempos con
membresía (probablemente). Ahora, imaginemos a una persona de clase
socio-económica baja, sin vehículo, viviendo en Miravalle. Su calidad de vida
disminuye en automático en comparación con la primera persona, dado que tendría
un salario mínimo y una familia que mantener, así como una renta que cubrir.
A lo que voy es que las condiciones económicas, sociales, espirituales,
fisiológicas, entre muchas otras, impactan de manera considerable en el
concepto de calidad de vida para cada persona. Éste es un término que no puede
aplicarse libremente a una población entera, siempre variará algún factor para
cada persona. Incluso en una familia, no serán las mismas condiciones para la
madre que para el hijo. Y todo esto, porque cada persona es un mundo
completamente diferente.
Otro factor muy importante que muchas veces no consideramos, que también
influye en la calidad de vida, es la política gubernamental. En Nueva Zelanda,
Noruega, Australia, Suecia, Canadá y Japón tienen el IDH (Índice de Desarrollo
Humano) más altos. Sin embargo, ¿qué tanto apoyo de tu gobierno tienes que
recibir para que tu IDH sea elevado?
Pueden existir muchos programas, organizaciones, consejos de apoyo
social, pero si el gobierno mismo limita el acceso o el desarrollo de dichos
apoyos, será muy difícil que su objetivo se cumpla. Más bien, puede que sólo lo
hagan por mantener “a raya” al pueblo, en vez de realmente hacer algo por
ellos.
La cuestión es, ¿cuándo actuará el pueblo? Para hacer algo por ellos
mismos y sus familias, o por sus hermanos paisanos.
Dejo ésta canción, para preguntarnos a nosotros mismos, ¿qué tanto más aguantaremos?
Y ésta noticia por parte de La Jornada, para reflexionar un poco.