Una asignatura que
tuve fue escribir acerca de lo que creo… mis creencias en la vida.
Pensé y llegué a la
pregunta: ¿qué es “creer”?.. ¿Quién inventó ése término?
Después de darle
vueltas y vueltas en mi cabeza descubrí que lo estaba haciendo mal… Si se trata
de creer, debería pensarlo con el corazón.
A fin de cuentas,
busqué qué es lo que más arraigado está, y encontré esto…
Para creer, se necesita confiar, se necesita poner de tu parte y de tu
fé en algo. Por esto, yo creo en el amor, en todos sus aspectos. Para mí, esto es
lo que mueve al mundo.
¿Cómo?
De muchas maneras; cuando amamos, impulsamos y fomentamos muchas cosas, como afecto,
tristeza, preocupación, felicidad, enojo, agresión, etc. En fin, no terminaría
de contar. A lo que voy es que creo que al amar damos todo de nosotros mismos,
porque es tanto hacia nosotros como a los demás. De adentro hacia afuera. Lo
pongo en éste orden porque pienso que si no te amas a ti mismo, ¿cómo vas a
amar a alguien o algo más?
Por esto, estoy de acuerdo con la idea de Erich Fromm (El Arte de Amar).
Lo primero es el
amor propio. Me amo, entonces estoy cómodo y conforme
conmigo mismo.
Se
dice por ahí que el amor rompe barreras… entonces amemos, una pequeña acción
día a día puede mostrar una gran mejora que muchas veces no alcanzamos a
percibir. Tal vez con dedicarle sólo una sonrisa a alguien se puede alegrar su
día.