miércoles, 8 de octubre de 2014

¿Sentido? ¿Común? ¿Sentido común?

Muchas veces pensamos que el sentido común debe ser eso… sentido común. Ni siquiera nos ponemos a pensar de dónde viene, ni cómo podemos definirlo. Simple y sencillamente decimos “pues… es sentido común”, e incluso hacemos un gesto como indicando “es obvio, ¿no?”.
La pregunta es ¿de dónde viene? Pues parece ser que la sociedad humana fue la que lo creó. En base a las experiencias que hemos tenido, a lo que se ha vivido, las situaciones y/o problemáticas que hemos tenido que pasar, hemos resuelto que es mejor tener conocimiento de las cosas como si fuera algo obvio, algo que está implícito como “sentido común”. Sin embargo, si cambiáramos de cultura, por ejemplo en Japón, tal vez muchos puntos del sentido común cambian.
Es muy favorable para nosotros el hacernos de ésta herramienta para poder vivir satisfactoriamente día con día, pero también tiene aspectos no tan positivos que nos hacen transformarlo y moldearlo de la manera en que mejor nos parece (no generalizo).
Cuando hablamos de algo que no queremos explicar, pero que es obvio para muchas personas y para otras no, decimos “es por sentido común”. En otras ocasiones es porque no sabemos cómo explicarlo.
         -Mamá, ¿por qué no puedo salir a jugar?- pregunta el pequeño de 5 años a su madre.
            -Pues porque sólo tienes 5 años, y además no has terminado tu tarea- responde la madre.
            -Pero no entiendo, ¿por qué?
            -Porque tienes que ganarte las cosas.
Después de ésta respuesta el niño se queda pensativo y, después de un rato, dice:
            -Entonces, ¿por qué tú sales siempre? ¿Cómo te ganas las cosas? ¿Qué tareas haces para “ganarte las cosas” y salir siempre?
La madre se queda sorprendida y, al no saber qué contestar, sólo responde:
            -Pues porque yo soy una mujer adulta, soy tu madre y tengo mandados que hacer siempre. Yo soy grande y tú eres pequeño. Es por sentido común, hijo. Termina de hacer tu tarea o no hay televisión.

El “sentido común” simplifica muchas cosas, pero complica otras. Un niño pequeño no podría distinguirlo, debido a su corta madurez cognitiva. Hay que ponernos a pensar cómo podríamos diferenciar el sentido común de las cosas que sí debemos explicar, de las cosas que necesitan una razón para tener sentido.
Es algo que nos toca trabajar a nosotros, los humanos. Sin embargo, esto no significa que no haya sentido común en otras especies. La diferencia es que, en otras especies, el sentido común es más viable para la sobrevivencia, que para la convivencia. Nosotros no diferenciamos una de otra en la mayoría de los casos. Por la cultura y por las futuras generaciones, debemos aprender a hacerlo.

Dejo el siguiente vídeo acerca de la misma temática, por si gustan verlo.


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